Cuando ingresas una pregunta o un tema en Google, este devuelve resultados relevantes que te ofrecen una respuesta o solución. Entonces, ¿cómo sabe el buscador exactamente lo que estás pidiendo? En efecto, la llegada del SEO semántico supone toda una revolución en la forma en la cual las plataformas entregan sus respuestas.
Veamos todo lo que rodea su implementación y las mejores estrategias para sacar el máximo provecho.
El SEO semántico es el proceso de optimizar el contenido para un tema en lugar de una palabra clave. Significa considerar la intención de búsqueda y proporcionar al usuario toda la información que está buscando. Algo que se logra mediante la creación de contenido de calidad y en profundidad.
El SEO semántico investiga el valor más allá de lo que se dice en la consulta, centrándose en significados y temas, en lugar de palabras clave. Un enfoque semántico conecta entidades, términos y subtemas en una web. Así logra brindar más valor, profundidad y relevancia a un tema en particular. Estos contenidos también pueden tener diversas aplicaciones web, contenido visual y de video, contenido de texto, encuestas o archivos PDF. Por lo tanto, se crea contenido completo y que tiene la capacidad de proporcionar orientación. A medida que se cumplen más intenciones de búsqueda posible, se generan páginas más autorizadas y completas sobre un tema. De esta manera se satisfacen las necesidades del usuario.
En primer lugar, están los usuarios: es demandante para ellos revisar varios artículos para recopilar toda la información que necesitan. Por lo tanto, la optimización bajo este concepto proporciona contenido de calidad.
En segunda instancia, los motores de búsqueda conocen lo que es bueno para los usuarios y se aseguran de clasificar las páginas en consecuencia. Día tras día aumentan su inteligencia al usar aprendizaje automático para comprender el contexto y su significado.
Por consiguiente, podemos decir que el SEO semántico permite producir contenido con un propósito mayor. Además, las páginas que utilizan estrategias SEO suelen tener clasificaciones más altas en la búsqueda.
Desde la actualización del algoritmo Hummingbird y la tecnología BERT (Bidirectional Encoder Representations from Transformers ), Google se orienta cada vez más hacia la búsqueda semántica.
Todas estas actualizaciones se realizan para optimizar la comprensión de los bots bajo el contexto detrás de las consultas de búsqueda. En esencia, vemos como ejecutan un profundo análisis mecánico de las palabras claves y la intención.
Por ejemplo, las palabras clave “alimentar a mi gato” y “qué debe comer mi gato” generan resultados casi idénticos en Google. A pesar de estar redactadas de manera diferente.
Es probable que encuentres que los resultados de la búsqueda sean idénticos, aunque ambos términos de búsqueda se formulen diferente. Esto se debe a que Google entiende que, semánticamente, comparten el mismo significado bajo el mismo tema.
Para actuar estratégicamente en la estructura de una página web, desearás aplicar los consejos que te damos a continuación.
El SEO semántico se basa en una investigación de temas más amplia. Es así, que debes comenzar por plantear una estructura que contemple la combinación de varias palabras clave relacionadas semánticamente. Concéntrate en el tema y crea un plan estructurado que cubra todas las posibles preguntas que un usuario tendría al respecto. Conoce a tu público objetivo. Analiza y comprende la intención de búsqueda del usuario para proporcionar respuestas precisas. Consulte la sección “También se buscó” y preguntas relacionadas en Google, e incorpora respuestas a esas consultas. Usa sinónimos. Al respecto debemos decirte que propiamente no son un factor de clasificación. Sin embargo, agregar estos términos al contenido a través de títulos de página, meta descripciones, h1 – h6 y texto alternativo de imagen puede mejorar la profundidad del tema y las señales semánticas. Origina tu estructura teniendo en cuenta la intención de búsqueda. Google clasifica tres tipos de intención de búsqueda: informativa, de navegación y transaccional. Debido a la intención de búsqueda, debes aprender cómo tus clientes buscan tus productos o servicios. Esto será vital cuando intentes obtener una clasificación alta en las páginas de resultados SERP del motor de búsqueda. Ajustar tu estrategia de SEO para incluir tanto el SEO de semántica como la intención de búsqueda amplificará el tráfico a tu contenido. Sin embargo, para potenciar este efecto multiplicador no olvides aplicar estos consejos de redacción.
Emplea la voz activa en lugar de la voz pasiva. Los párrafos deben ser únicos, así que no repitas la información. Siempre da respuestas directas y precisas. Los párrafos deben ser concisos y claros. Utiliza oraciones cortas. No uses palabras innecesarias. Evita analogías, jergas, modismos, acrónimos, abreviaturas, palabras complejas a menos que sea necesario. Cita una fuente al hacer una declaración. Evite expresar opiniones personales. Si cita sitios web externos, asegúrate de que sean confiables y autorizados. No te llenes de palabras clave. La alta densidad de palabras clave no se considera un factor de clasificación. No es necesario usar una palabra clave más de una vez. La variedad es mejor, y ayuda a los motores de búsqueda a comprender el contexto. Finalmente, el hecho de que encuentres información semánticamente relevante en los resultados de búsqueda no significa que debas incluir todo eso en un solo contenido extenso.
Los subtemas relacionados semánticamente se pueden orientar en páginas individuales. Aun así, logran proporcionar amplitud y profundidad a la estructura semántica de tu sitio. Aunque los conceptos detrás de la búsqueda semántica pueden parecer complejos, el proceso de SEO semántico no lo es. Muchos de los enfoques usados en este tipo de SEO y el content marketing replican las formas intuitivas en que usamos el lenguaje en la vida real. De manera que si comenzamos a estructurar como hablamos, obtendremos el mejor SEO.
