Uno de los principales elementos que ayudan a definir el ambiente y el espíritu de un contenido audiovisual es el color. Este componente tiene el poder de expresar emociones, contribuir a la narrativa y evocar respuestas en el espectador. Esto hace que los procesos que ajustan el color sean centrales en la producción de video. Este es el caso del etalonaje.Aquí te contamos de qué se trata, cómo se realiza y qué aporta a la calidad de un contenido.
¿En qué consiste el etalonaje?
Cuando ves una escena desértica, sus colores cálidos te hacen pensar en la alta temperatura del ambiente. Puedes imaginarte la escasez de humedad y el efecto de un clima inclemente. Asimismo, una escena de una ciudad lluviosa se siente más real si sus tonos son fríos y hasta lúgubres.
El proceso de etalonaje es el responsable de este increíble efecto. Se desarrolla como parte de la postproducción de video con el fin de transmitir emociones y sensaciones específicas al espectador. ¿Cómo lo logra? En esencia, modificando los colores del material y su temperatura.
Es importante resaltar que, aunque este proceso manipula los tonos, no es lo mismo que la corrección de color.
¿Cuál es la diferencia entre el etalonaje y la corrección de color?
Con frecuencia, estos términos se utilizan indistintamente o se confunden el uno con el otro. Pero son procesos con propósitos diferentes.
La corrección de color es una tarea eminentemente técnica en la producción de video. Consiste en que los tonos de un proyecto se vean lo mejor posible. De esta manera, se ocupa de balancear los blancos y los negros. También de que los demás colores resalten y se vean llamativos. Además, asegura que todas las escenas del contenido muestren una calidad de color consistente.
Por otro lado, el etalonaje apunta a modificar los colores para generar un impacto visual específico. Toma el material pulido proveniente de la corrección de color y lo lleva al siguiente nivel, en el que se convierte en un elemento diciente de la comunicación visual del proyecto.
Funciones del etalonaje
Ya hablamos de que el propósito ulterior de este procedimiento es formular un mensaje concreto con el color en una imagen. Sin embargo, en la industria se conocen algunas funciones específicas del etalonaje:
Función de contexto
Se emplea para dar la impresión de que la historia se desarrolla en una época determinada. De esta manera, los tonos en pantalla muestran que la narrativa está inserta en un contexto específico.
Función de dramatización
Aquí los tonos se usan para enfatizar un sentido dramático en el contenido visual. Puede destacar el entorno, los personajes o, incluso, los objetos. Se aplica también para caracterizar visualmente que lo que está en pantalla es un sueño, un recuerdo o una escena fuera de la realidad de la escena.
Función de identificación
En este caso, el tratamiento del color es parte del estilo característico del autor del contenido. Con frecuencia, los directores tienen una paleta insigne para sus proyectos. También es usual que muestren tendencias específicas para el manejo de tonos en sus productos visuales.
Ya hemos aterrizado en qué consiste este procedimiento y por qué es importante en la elaboración de un contenido visual. Ahora podemos revisar algunos conceptos fundamentales, así como detalles sobre los pasos que se pueden seguir para ajustar los colores de un proyecto y lograr evocar emociones y sensaciones en la pantalla.
Los conceptos esenciales del proceso
Como ves, el rol que juega este proceso de tratamiento de color es vital para entregar el mensaje deseado en un contenido visual. Piénsalo: El Padrino (1972) no comunicaría lo mismo si su paleta de colores no fuera oscura y de tonos terrosos.
Por ello, es clave conocer el proceso que se sigue en la postproducción de video para ajustar los tonos en pantalla de modo que expresen asertivamente la intención del proyecto.
Antes de explorar cómo se ejecuta el etalonaje de un contenido visual, es preciso familiarizarse con algunos términos fundamentales:
- Tono: se puede concebir como la pureza de un color. También hace referencia a la ubicación de un color en la rueda cromática.
- Saturación: es la cantidad de tono que se utiliza para definir un color.
- Luminancia: se relaciona con el brillo de un color determinado. Existen múltiples rangos de luminancia. Los más comunes son las sombras, los medios y los reflejos.
Con esto en mente, revisemos de qué consta el proceso de modificación de color para comunicar mensajes en un proyecto visual.
¿Cómo se realiza el etalonaje?
Hoy en día, este proceso es digital. Este mecanismo da lugar a tres formas esenciales de ajustar la paleta de colores de un video:
- Las correcciones primarias implican que el material final sea neutro. Se aplican ajustes básicos solamente. Estos incluyen luminosidad, contraste y corrección de colores dominantes.
- Un poco más avanzadas, las correcciones secundarias se ocupan de ajustes concretos. Por ejemplo, se realzan colores dominantes en zonas específicas de la escena en pantalla.
- La aplicación de filtros y efectos puede ser una instancia adicional para pulir y perfilar la narrativa visual.
Como te imaginarás, existen herramientas que aportan a la implementación del etalonaje.Las principales incluyen:
- Ruedas de color para visualizar la gama de colores. Estas pueden, además, modificar la luminosidad y la saturación de la imagen. Usualmente, se usa una rueda para las sombras y otra para los tonos medios y la iluminación.
- Curvas de niveles para hacer ajustes más precisos de luminosidad y contraste. Los colores primarios se ubican en una curva separada de los demás colores de una imagen.
- El vectorscopio, que muestra información de la imagen y sus colores mediante vectores. Así se detallan los colores exactos de cada zona de la imagen, incluida su grado de saturación exacto.
¿Y qué software se utiliza? En general se usan sistemas avanzados de tratamiento de color y plataformas especializadas. Los programas más reconocidos son DaVinci Resolve y Design.
