Imagina que tu emprendimiento recién empieza. O que quieres lanzar una línea de productos para un nicho de consumidores específico. Comienzas a armar publicaciones online, tomar fotos, crear textos, hacer publicidad, y ves cómo tu presupuesto de marketing se desborda. Porque sí: el CAC o Costo de Adquisición de Clientes es real y debes aprender a manejarlo. Conquistar a tus consumidores tiene un precio: ¿cómo hacer que esta inversión valga la pena? Aquí te contamos todo al respecto.

¿Qué es el CAC y por qué importa en tu estrategia de contenido?

El CAC es el termómetro que mide la salud financiera de tus estrategias de marketing. Representa la inversión total requerida para convertir a un prospecto en cliente, incluyendo costos de campañas, equipo creativo y tecnología. En un entorno donde la mayoría de las empresas fracasa por la mala gestión del dinero, dominar esta métrica puede ser la diferencia entre crecer o estancarse.